miércoles, 10 de agosto de 2011

ELECTROMAGNETISMO

En 1820 el físico danés Hans Christian Oerted descubrió que entre el magnetismo
y las cargas de la corriente eléctrica que fluye por un conductor existía una
estrecha relación.


Cuando eso ocurre, las cargas eléctricas o electrones que se encuentran en movimiento en esos momentos, originan la aparición de un campo magnético tal a su alrededor, que puede desviar la aguja de una brújula.

Si cogemos un trozo de alambre de cobre desnudo, recubierto con barniz aislante y lo enrollamos en forma de espiral, habremos creado un solenoide con núcleo de aire.











Si a ese solenoide le aplicamos una tensión o voltaje, desde el mismo momento
que la corriente comienza a fluir por las espiras del alambre de cobre, creará un
campo magnético más intenso que el que se origina en el conductor normal de un
circuito eléctrico cualquiera cuando se encuentra extendido, sin formar espiras.


 Bobina solenoide con núcleo de aire 
construida con alambre.desnudo de cobre
enrollado en forma de espiral y protegido 
con.barniz aislante. 

Si a esta bobina le suministramos  
corriente eléctrica empleando cualquier 
fuente de fuerza electromotriz, como.una 
batería, por ejemplo, el flujo de la corriente 
que circulará a.través de la bobina propiciará 
la aparición de un campo magnético.de cierta 
intensidad a su alrededor.


Después, si a esa misma bobina con núcleo de aire le introducimos un trozo de metal
como el hierro, ese núcleo, ahora metálico, provocará que se intensifique el campo
magnético y actuará como un imán eléctrico (o electroimán), con el que se podrán
atraer diferentes objetos metálicos durante todo el tiempo que la corriente
eléctrica se mantenga circulando por las espiras del enrollado de alambre de cobre.

Bobina solenoide a la que se le ha introducido 
un núcleo metálico.como el hierro (Fe). Si comparamos
la bobina anterior con núcleo<de aire con la bobina 
de esta ilustración, veremos que ahora las<líneas 
de fuerza magnética se encuentran mucho  
más<intensificadas al haberse convertido en un electroimán.


Cuando el flujo de corriente eléctrica que circula a través del enrollado de
cobre cesa, el magnetismo deberá desaparecer de inmediato, así como el efecto de
atracción magnética que ejerce el núcleo de hierro sobre otros metales. Esto no
siempre sucede así, porque depende en gran medida de las características del
metal de hierro que se haya empleado como núcleo del electroimán, pues en algunos
casos queda lo que se denomina "magnetismo remanente" por un tiempo más o
menos prolongado después de haberse interrumpido totalmente el suministro de
corriente eléctrica.













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